Introduction: Como Hacer Un Portalápices O Vaso Con Una Lata De Refrescos.
Hoy vamos a aprender de manera sencillísima como podemos reutilizar una
lata de refrescos reconvirtiéndola en un portalápices o vaso, si es que se le quiere dar ese uso.
Para ello, existen dos maneras. Una que requiere algo más de precisión y maña pero mucho más rápida, y otra que aunque es más lenta, no requiere tanto cuidado y tiene buenos acabados.
Este proyecto es bastante sencillo, así que no he montado ninguna infografía y, además, lo más importante a explicar que es técnica manual, se ve en el vídeo mucho mejor.
En ambos casos, consiste en desmontar la tapa superior de la lata tratando de mantener parte del aro superior.
Lo primero que deberíamos hacer es enjuagar nuestra lata para evitar pringarnos con los restos del interior. Esto es recomendable hacerlo tras haberla consumido y no días después tras tenerla almacenada para algún proyecto, ya que el pringue se espesará y será todo muy guarrillo, ya os digo...
Después de esto, y tras haberla secado y escurrido, yo suelo quitar la anilla flexionándola hasta que parta por fatiga del metal y así la puedo aprovechar para otras manualidades. Y tras esto, lo que queda es elegir el método de trabajo para separar la tapa de la lata.
En ambos casos necesitaremos una lima y en el primero, además, unas tijeras.
Para el primer método, empezaremos a recortar apenas un milímetro del borde de toda la tapa. La idea en ambos casos es cargarse el reborde lo justo y necesario para separar la tapa.
En esta imagen se puede ver cual es la idea.
Con este método hay que tener cuidado con los rebordes que van cayendo ya que son muy puntiagudos y clavarte uno de esos fastidia bastante. Una vez acabais, la tapa sale sola.
Ahora para darle acabado, limais los bordes hasta que veais que no tengan riesgo de cortar ni queden esquinas feas o filosas. Este paso, si no teneis lima, podeis hacerlo también con las propias tijeras, pasando la esquina por donde veais rebabas. Esto no es muy bueno para las tijeras, pero si os habeis decidido a poneros a cortar chapa con ellas es que la teneis para este tipo de menesteres todoterreno. En cualquier caso, procurad no usar las tijeras del pescado, ni las de la pedicura, ni las de costura de vuestra madre, no sea que mateis de un infarto a la pobre mujer...
El segundo método, con la lima, no tiene más misterio que insistir limando todo el borde hasta que se haya desgastado la junta de metal. La manera de saber si lo habeis conseguido, es observar como la superfície donde estais limando pasa a ser lisa a verse como tiene una linea en medio que indicará que ya habeis eliminado el borde que une las dos partes.
Para el acabado de los bordes, una pasadita con la lima para quitar las rebabas y listo..
Este método no suelta recortes con esquinas y no peligrais con pincharos, pero tira mucha limadura de metal, así que elegid bien el sitio donde lo haceis.
En ambos casos, existe la opción de hacerlo con una lata sin empezar, de manera que podais usar la tapa de nuevo para colocarla encima (Desde luego, no os servirá como tapa hermética como antes) por si quereis simular un escondite camuflado, por ejemplo. En este caso, el líquido supone un engorro adicional y, si es de una bebida gaseosa, casi con toda seguridad os pringareis. Segúramente tendreis que desechar el líquido para no arriesgaros a beberos limaduras metálicas o, peor aún, recortes afilados. Si aun así os quisiérais arriesgar, al menos usad un colador.
Y ya está todo dicho!!
Como casi siempre, os dejo el vídeo de rigor en el que queda todo bastante detallado y mucho más visual. Espero que lo disfruteis, especialmente ahora que me he puesto con el tema de la edición de vídeo y he conseguido adecentarlos bastante.
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